La imagen personal es la carta de presentación que usted tiene hacia su entorno: sus clientes, proveedores, entidades financieras, etc El vestuario es muy importante en todos los ámbitos de nuestra vida, pero en el ámbito laboral adquiere una cierta importancia en función del cargo que desempeñemos. Las personas que trabajan de cara al público deben dar una determinada imagen, agradable y cordial, y el vestuario hace mucho. Aquí podríamos aplicar la conocida frase, una imagen vale mas que mil palabras.
La gente entra en un establecimiento, despacho u oficina, y lo primero que ve es nuestra imagen, por ello debemos cuidarla.
ELEGANCIA MASCULINA
El vestuario es un elemento muy importante a la hora de causar una buena impresión. Cuando nos presentamos en un sitio, en lo primero que se fijan es en nuestra apariencia externa.Aunque los verdaderos valores de una persona no sean su vestuario, hay que causar una buena primera impresión. Saber estar no consiste solamente en ser educado , sino en un conjunto de factores entre los que ocupa un lugar muy importante nuestra apariencia, como nos vestimos.Se vaya o no a la moda, no debemos perder una elegancia natural al vestir, acorde a nuestra personalidad. El vestuario básico de un caballero debe incluir un conjunto de prendas básicas que nos ayuden a cubrir la mayoría de los compromisos que se nos puedan presentar, tanto en el ámbito familiar, como en el social y laboral.Podemos citar como excepción, los trajes de etiqueta que por su escasa utilización (a no ser que sea una persona con un alto grado de vida social) puede optarse por el alquiler en vez de comprarlos.A parte de nuestra apariencia física, con la que nacemos, podemos mejorar nuestra figura y nuestro aspecto con un adecuado vestuario. Ahora bien, manteniendo siempre nuestro propio estilo. Moda y elegancia, no es lo mismo, aunque tampoco tienen porque ser conceptos antagónicos. No todas las prendas de moda son elegantes o nos pueden sentar bien.
ELEGANCIA FEMENINA
Para dar un efecto siempre espectacular, con refinamiento y femenina elegancia, comenzaremos con indicaciones drásticas pero siempre efectivas. Hay tanto error en los ambientes laborales que con vestirse todas en las mismas tiendas no se consigue el resultado del maniquí del catálogo. No todas las modas favorecen por igual ni las personalidades o circunstancias son las mismas.
Comenzaremos por el maquillaje, recordando que debe ser un toque de vivacidad, no un disfraz de personalidad. Colores suaves, delicados, acordes a su tono de piel. Aquí el principio es atenuar y resaltar, nunca fabricar. Es muy caro para usted perder categoría y dignidad por seguir modas o sugerencias estridentes, ridículas o descaradas. El maquillaje debe resaltar su naturalidad: no es otra naturaleza.

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